El transformador es un elemento clave en una instalación eléctrica, que permite transformar la tensión de la red a la tensión de consumo.
En el caso de una avería o de labores de mantenimiento del transformador, la instalación se queda sin suministro eléctrico, provocando en la mayoría de los casos la paralización de la actividad o el cese de venta de energía. Esta paralización tiene asociados costes en forma de horas de trabajo perdidas, penalizaciones por incumplimiento de acuerdos de suministro, rotura de stocks…
La reparación de un transformador puede prolongarse de tres a cuatro meses o incluso más, según las características del equipo, por lo que se agrava el impacto sobre la actividad. En este punto es crucial la sustitución del transformador por otro compatible en el menor tiempo posible. Esto puede suponer un ahorro de hasta 80 de cada 100 euros que se hubiesen perdido irremediablemente.
Siendo conscientes de las catastróficas consecuencias que puede tener para su empresa una avería grave en su transformador y con el objetivo de poder solucionar su problema en tiempo record tenemos a disposición de nuestros clientes una amplia gama de transformadores en stock que año tras año vamos aumentando en variedad de tensiones y potencias.
Algunos de nuestros transformadores son únicos en el país, como por ejemplo nuestro trafo de tensiones 66/6’3 KV y de potencia 13 MVA especial para plantas de generación.